Una bomba de infusión es necesaria para un paciente en las siguientes situaciones:
Administración Continua de Medicamentos: Pacientes que requieren una infusión continua de medicamentos, como analgésicos, antibióticos, quimioterapias, o insulina, necesitan una bomba de infusión para asegurar una administración precisa y constante.
Nutrición Parenteral: Pacientes que no pueden alimentarse por la vía oral o enteral (a través del tubo digestivo) necesitan una bomba de infusión para la administración de nutrientes directamente en el torrente sanguíneo.
Terapia de Fluidos: Pacientes que requieren una hidratación precisa y controlada, como aquellos en estado crítico, con deshidratación severa o en recuperación postoperatoria, se benefician de una bomba de infusión.
Tratamientos Especializados: Pacientes que necesitan medicamentos específicos que deben ser administrados en dosis muy exactas o a una velocidad controlada, como algunos tratamientos para enfermedades cardíacas, requieren una bomba de infusión.
Dolor Crónico: Pacientes con dolor crónico o en cuidados paliativos pueden usar una bomba de infusión para la administración continua de analgésicos, mejorando su control del dolor y su calidad de vida.
Tratamientos Pediátricos: En pediatría, las bombas de infusión son esenciales para administrar medicamentos y nutrientes con precisión, especialmente en bebés y niños pequeños.
En resumen, una bomba de infusión es necesaria cuando se requiere una administración precisa, continua y controlada de medicamentos, nutrientes o fluidos, asegurando la eficacia del tratamiento y la seguridad del paciente.